Repudiada por su suegra y con una hija recién parida, Pilar se ve obligada a abandonar su Güímar natal nada más enviudar. Su suegro, que no comulga con el comportamiento e inquina de su mujer, trata de ayudarla a través de unos parientes que residen en Tegueste. Pilar emprenderá un camino no exento de obstáculos y dificultades en un territorio que comienza a sentir los efectos de la Guerra Civil. Los hilos invisibles del destino se irán entrelazando con los de otros personajes para tejer una historia común desde la que se explican y entienden conexiones insospechadas tanto para el lector como para sus protagonistas.