Con ojos de gata recién parida es una ventana por la que asomarse al pecho desbaratado de una parturienta que se pierde a sí misma. El reencuentro con las raíces. Con los miedos, el amor, la desesperanza. Los estratos de sentimientos solidificados en el cuerpo. Una mirada que traspasa la niebla bajo el acantilado. Un caminante que retrocede los andares, queriendo trazar un nuevo sendero. Los ojos de la recién parida se asoman dentro para reconocerse, rebelarse y reinventarse en un nuevo mecanismo, intentando entender la realidad de su existencia. En este poemario hay un agujero. Cada mamífera tiene el suyo. Cada uno es único. Pero a través de las individualidades podemos acompañarnos, transformarnos, reflejarnos. Y con este trasvase, inventar, juntas, un idioma nuevo. El de las hembras recién paridas.