A los dueños del agua se les conoce como aguatenientes. Ese bien natural tan preciado, que hoy nos parece tan común, aún sigue marcando la diferencia entre riqueza y pobreza en las islas Canarias. Poseer derechos sobre el agua suponía dejar una vida de miseria o duro trabajo atrás. Convertirte en aguateniente podía ocurrir por un golpe de fortuna o por disponer del canal adecuado. Adeje, en el sur de Europa, siempre estuvo marcado por este preciado elemento. Durante siglos fue una zona agrícola aislada plagada de caciques y desigualdades. Todo cambió a mediados del siglo XX, cuando las obras del Canal del Sur trajeron agua a raudales, redefiniendo por completo su idiosincracia. La familia Umpiérrez Ramos vivió todos estos cambios desde su finca en el barranco del Agua. Hasta que un día el agua dejó de llegar... Los dueños del agua es una novela histórica que narra la vida de esta familia en el contexto de cambios que acontecieron en Adeje a lo largo del siglo XX. Aguatenientes y jornaleros se entretejen con los cambios sociales en un municipio que se convierte en pocas décadas en un referente de turismo a nivel internacional. Una novela tierna que cautiva al lector y le muestra la historia reciente de la Villa de Adeje.